lunes, 26 de agosto de 2013

Problemas...

Es imposible huir de los problemas, todos tenemos, y todos aprendemos, a nuestra manera, cómo sobrellevarlos o vencerlos... Cuando amamos, quisiéramos que esa persona jamás tuviera problemas, quisieras no ser un problema para ella nunca, quisiéramos poder absorber todo el mal que pudiera afectarle... Odio cuando alguien tiene un problema y no está en mi manos ayudarle, no está en mis manos vencer ese problema, es muy frustrarte, pero sobre eso, sobre todo eso que sentimos, esta ese enojo, esa ira, esa frustración, todo aquello que sentimos hacia esa persona que lastima a nuestro ser amado, esa persona que sabemos que es la causante del dolor que siente quien amamos, es algo que me enferma, porque, por más que me propongo no ser rencorosa, no juzgar, no tener enojos con otras personas, me es IMPOSIBLE, es un enojo ENORME el que siento hacia cualquier persona que lo hiera, ENORME.
Odio sentirme tan impotente, odio sentir que soy la causante de los problemas, odio sentir que no puedo ayudar, odio saber que no puedo hacer nada para resolver el problema, no puedo cambiar las cosas, no está en mis manos y odio aún más que lo único que pueda hacer es llorar como una estúpida, sentir como el enojo crece dentro de mi, pensar que es mi culpa, pensar que no puedo ayudar, pensar que no puedo cambiar nada y sentir como mis mejillas se llenan de lágrimas, sentir que quisiera gritar y arreglar las cosas a la fuerza, sentir que quiero tirarme, abrazarme y llorar hasta que las cosas se arreglen y saber que eso no pasará. 
Puedo soportar mis problemas, por más que me lastimen, puedo hacerlo, puedo incluso aparentar que no me afectan, pero no puedo evitar llorar y sentirme una mierda si sé que está afectando a esa persona y no puedo hacer nada, simplemente NO PUEDO.

No hay comentarios:

Publicar un comentario